Día de la visibilidad lésbica
7 de marzo de 2017

Doble estigma: ser lesbiana y trabajadora sexual

Entrevista a Cherry Vecchio: camgirl y lesbiana.

Por: Alexandra Sánchez Hernández

En el cuarto de Cherry Vecchio hay luces navideñas que cuelgan, un baúl con juguetes sexuales, una laptop sobre una caja de maquillaje, un escritorio, una mesa de luz, una silla, un balcón y en la pared un billete de 100 pesos con su rostro. es Camgirl y trabaja entre tres o cinco días por semana. A las 17 empieza a maquillarse, suele tardar una hora y lo hace tranquilamente: escucha música y piensa en el show erótico que hará. Luego prueba la imagen en la cámara: todo lo que parecía exagerado en el espejo se ve distinto y evalúa si le gusta.

Se toma una foto, actualiza las redes sociales (twitter, Instagram) y anuncia que estará disponible en 10 minutos. Prefiere atender clientes en vivo por Myfreecams.com o por skype pero también aprovecha las tres o cuatro horas que suele conectarse para ofertar videos pornográficos que graba y edita los días que no está frente a la cámara. Los vende por pedido o en paquetes promocionales de 10 en tiendas XXX. Algunas veces los filma sola, otras con su novia.

La página en la que hace streaming en vivo le permite bloquear Argentina y no le exige una actualización permanente de su perfil. Un vez en línea, los clientes de Estados Unidos y Europa, su principal público, la pueden buscar en la sección BBW (Big Beautiful Woman) aunque ella preferiría etiquetarse como gorda a secas, el problema es que si lo hace no la encontrarían tan fácil.

¿Crees que como camgirl, la posibilidad de bloquear países o regiones está asociada al estigma que hay hacia el comercio sexual?

Sí, me parece horrible tener que bloquear un país por miedo a que te encuentren. Yo estoy en un momento en el que no me importa tanto si me descubren por más que sigo teniendo bloqueada Argentina. No me preocupa si me encuentra alguien que conozco, antes me preocupaba más. Me preocupa más que me roben videos.

¿Tu familia sabe a qué te dedicas?

Mi familia no lo sabe porque yo sé que reaccionaría mal. Lo que más me afecta es no poder blanquearle a mi familia que trabajo de esto. Todos mis amigos saben y nunca tuvieron problema más allá de hacer alguna pregunta boluda. Me acuerdo que cuando yo era más chica una amiga mía comenzó a trabajar de puta. Mi mamá la conocía y me preguntó “¿Qué onda tu amiga?” y le dije: “Está trabajando de puta”. Reaccionó violentamente. En ese momento yo ya estaba cameando y fue como “No te lo voy a decir jamás”. Hay chicas que le han contado a los familiares y las han echado de la casa, también hay putas que la familia lo sabe y reacciona re bien.

¿Alguna vez te discriminaron por tu orientación sexual?

Sí. No mi familia. Mi familia sí sabe eso. Me ha pasado en la calle. Me han gritado “eh, torta de mierda” o cosas así. Siempre que me pasó fue cuando estaba con alguna pareja. Una vez en un colectivo nos empezaron a bardear y querían que nos bajemos, al final terminaron callando al chabón. Cosas de ese estilo. En el colegio recién salí del clóset también tuve algunas situaciones. Soy consciente que existe lesbofobia muy latente. Por ejemplo, el caso de Higui, el de Pepa Gaitán hace unos años es algo que me afecta un montón.

¿Cómo has logrado saltar ciertos prejuicios y apropiarte de tus identidades como lesbiana y como Trabajadora Sexual?

Durante mucho tiempo de mi vida viví escondida en un montón de cosas. Una vez que salí del closet con la gente más cercana tuve apoyo dentro de todo y me di cuenta que no tenía sentido sentir vergüenza. Si bien intento ser precavida con mi familia, a mí mi identidad como trabajadora sexual no me molesta. Yo creo que estar bien con lo que uno es permite enfrentar y defender tu postura frente a un mundo hostil, también sé que ese mundo hostil hace que sientas miedo. Creo que sentirse bien con lo que uno hace y con lo que uno es, es un proceso de toda la vida.

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¿Cómo ves tu trabajo con relación a otros?

En mi trabajo me va bien pero no tengo estabilidad financiera que es algo que tendría con un trabajo en relación de dependencia. No tengo obra social, no tengo aportes, todo eso que tiene un trabajo común. Me encantaría poder tenerlo. Me encantaría que llegue el día en el que pueda anotarme como Trabajadora Sexual y empezar a aportar. Para mí lo más positivo es que soy mi propio jefe, manejo mis horarios, si sale algo mal es mi culpa y si sale algo bien es mi logro.

¿Consideras que tu trabajo como camgirl transformó tu sexualidad y tu vínculo con otras personas?

Sí, sin duda. La autoimagen y cómo me percibo a mí misma con respecto a la sexualidad fue lo que más cambió. Desde que empecé a camear soy mucho más abierta en un montón de cosas. Si bien creo que mis gustos y preferencias sexuales no cambiaron tan drásticamente, me animé a otras cosas. Siento que me abrió un montón la cabeza. Antes era mucho más prejuiciosa.

¿Cómo te publicitas?

Brandeo mucho con el tema de la gordura. Hay mucho mercado para la gente gorda. Tengo críticas: en las etiquetas en vez de decir gorda dice BBW (Big Beautiful Woman). No es la única etiqueta feticihizante, también les pasa a las negras y las transexuales. Todo lo que no sea pibas blancas y flacas tiene una etiqueta que generalmente es horrible. Sería genial decir dejo de usarlo pero es algo que viene instalado hace mucho y no tengo una posición económica para hacerlo.

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¿Atiendes principalmente hombres o también mujeres y personas con otras orientaciones sexuales?

Principalmente hombres heterosexuales. Es más común que haya hombres con otras orientaciones que mujeres y lo atribuyo al estigma. Hay una dinámica muy de hombre cliente/mujer camgirl, pero va a cambiar. Muchas camgirls son clientas. Eso demuestra que hay estigma porque cuando trabajás te das cuenta que no hay nada raro en pagar por ver porno o lo que sea. Por eso es común que las camgirls paguen.

Al tener principalmente clientes hombres ¿Cómo juega tu orientación sexual?

A ellos medio que no les importa tu orientación sexual. Yo vendo videos hechos con mi pareja que es una chica y a veces me preguntan ¿No tenés videos con chicos? Y digo no, y no los voy a tener. Ver chabones no me afecta en nada, me caliento con la situación. Me cuesta verle una dificultad a definirme como lesbiana y trabajar de esto.

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