En el caso de Salta, la vulneración de derechos y la criminalización de las Trabajadoras Sexuales sumadas a la penalización de los clientes, convierte la alternativa propuesta por los vecinos en la única posibilidad que tienen las compañeras, que ejercen en los alrededores del Hogar Escuela, para seguir trabajando.
Ahora, los vecinos plantean la construcción de la zona roja con el propósito de alejar la oferta de Trabajo Sexual de sus barrios, pero hacen enfasis en el respeto de los derechos de las personas que desarrollan esta actividad. A diferencia, los concejales del PO se posicionan en contra. No nos sorprende, pero queremos recordarles que aunque ellos aseguran defender los derechos de los trabajadores, en esta ocasión
están excluyendo y negando la posibilidad de acceso a derechos a las compañeras que ejercen en las cercanías del Hogar Escuela en Salta.
Un posicionamiento sesgado, ya que invisibiliza la voz de los colectivos de mujeres que nos autorreconocemos como Trabajadoras Sexuales y exigimos derechos como cualquier persona de la clase obrera. Para el PO la única alternativa es la reinserción laboral, para nosotras, las Trabajadoras Sexuales, es contar con condiciones dignas de trabajo. Deberían manifestarse en contra de las leyes que nos siguen criminalizando y nos empujan a mayor clandestinidad y a favor de nuestros derechos.