Desde Ammar veníamos advirtiendo ante esta situación a la justicia, en donde la proxeneta cobraba entre 300 y 500 pesos a las Trabajadoras Sexuales, las cuales vivían una situación de explotación en la zona de trabajo.
Dentro de los allanamientos realizados se encontraron: cuadernos con anotaciones donde figuran los nombres de las personas que eran explotadas sexualmente, y las tarifas que les cobraban a cada una, por el supuesto alquiler de la esquina, como si fuera la dueña del espacio publico.
Desde Ammar repudiamos las redes de explotación sexual: todas las amenazas, extorsiones, aprietes que sufrieron nuestras compañeras a pretender trabajar por cuenta propia. Trabajamos en post de que los derechos humanos de las trabajadoras sexuales del país sean reconocidos. Gracias a esta labor, en el 2003 en la provincia de Entre Ríos logramos derogar el artículo contravencional por el cual las mujeres que ejercían el Trabajo Sexual eran detenidas y debían pagar una multa.
Desde la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina decimos: Con la regulación del Trabajo Sexual Autónomo, estas situaciones van a desaparecer. No vamos a estar sujetas a amenazas por medio de proxenetas. AMMAR NO ESTA A FAVOR DE LA TRATA NI DE LA EXPLOTACIÓN DE PERSONAS.