Este no es el primer crimen que se comete contra un trabajador sexual desde que inició la cuarentena, sino que es uno de los múltiples que han acontecido a lo largo de estos últimos meses.
Desde la Organización entendemos con preocupación que el incremento de estos delitos hacia trabajadores sexuales se debe en gran parte a la precariedad legal en la que está sumergida nuestra actividad.
Fuimos empujados a tener que seguir trabajando y brindar nuestros servicios en domicilios particulares dado el cierre de albergues transitorios y desde el Estado no existen políticas públicas específicas para nuestro sector, ni planes de contención dirigidos a garantizar los derechos humanos y laborales de nuestro colectivo en el contexto de pandemia.
Gran parte de los delitos cometidos contra lxs trabajadorxs sexuales se debe a la dificultad de acceso a la justicia ya que ejercer el trabajo sexual nos ubica en una constante situación de cuestionamiento moral desde los organismos estatales.
Nuestras voces difícilmente son escuchadas y es por eso que estas acciones solo abonan impunidad de los crímenes cometidos contra nosotrxs. Sumado a ello hacemos énfasis en que los medios de comunicación invisibilizan continuamente en casos similares el ejercicio de nuestro trabajo y cada vez que esto es nombrado no se toma desde la perspectiva de falta de derechos, sino desde el cuestionamiento y el morbo; inclusive, desde algunas organizaciones de DDHH se tiende a la invisiblización de nuestro trabajo pensando que las masculinidades no pueden ejercer el trabajo sexual.
El miércoles 18 a las 12:30hs estaremos acompañando a lxs compañerxs y amigxs de Enzo en una marcha por pedido de justicia. Basta de matarnos. ¡Que ningún crimen hacia nosotrxs quede impune! #JusticiaPorEnzo