"Es la primera vez que se juzga en una causa de lesa humanidad el secuestro y cautiverio de una persona trans. Allí estuvimos detenidas un grupo de compañeras travestis. Todas ellas fallecieron a lo largo de estos años.
Aquí estoy para testimoniar, para contar lo que sucedió. Para aportar memoria, para exigir justicia.
Por todas las compañeras que me sostienen en esta lucha, por las compañeras de Ammar, las compañeras y amigas de Constitución; por el camino compartido y porque no olvidamos a las compañeras travas que murieron: La hormiga, La Mono, Vicky, La Andrea, Susana, La Patona, La Romina y La Perica. Porque para ellas también es este pedacito de justicia que llega, aunque tarde.
Mi caso es el primero, y sabemos que hay muchos otras compañeras trans que fueron llevadas a otros centros clandestinos y también al pozo de Banfield. Que mi declaración sea la primera de muchas para que haya justicia por el horror vivido hacia mi persona y el de muchas otras compañeras".